Las autoridades sanitarias de Chile remarcaron que el balance total da 138.846 infectados y 2.264 fallecidos y alertaron de que la situación en Santiago sigue siendo "muy preocupante".
Y por primera vez, desde que Chile realiza los reportes diarios de Mañalich, se reconoció que eran muchos más los muertos y un total de 553 decesos no habían sido contabilizados.
Todo indica que la
"Batalla por Santiago" ya se perdió. Pero por qué Chile llegó a este desastre?
¿Por Santiago?
Primeramente, por una pésima estrategia del gobierno: la megacuarentena había sido rechazada reiteradamente.
Segundo, por las restricciones que tienen los médicos extranjeros para ejercer en Chile. Sólo cuando el barco se hundía es que
el Senado aprobó la entrada de profesionales al sector público.
Junto al número de nuevos casos y fallecidos, en las últimas 24 horas también aumentó hasta 1.581 el número de pacientes ingresados en cuidados intensivos, de los cuales 1.333 necesitan ventilación mecánica y 380 se encuentran en estado crítico. En tanto, comunicaron que hay 321 ventiladores disponibles.
Todo se hizo mal desde el principio, y ni siquiera los "soldados" se prepararon para la contienda. Desidia, maldad y lamentos: el final.
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