El dictador Pedro Castillo y su Golpe de Estado en el Perú

Dictador Pedro Castillo detenido en la Prefectura, horas antes de ser trasladado al penal de la Diroes
El dictador Pedro Castillo, decretó este miércoles disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia (destitución) en su contra que podría haberlo apartado de la jefatura del Estado.
El dictador Pedro Castillo, durante su mensaje a la Nación, indicó que convocaría nuevas elecciones, en «el más breve plazo», para un «nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses.
Pero como si no fuera poco, quizás para maniatar a los poderes del Estado que llevan las investigaciones en su contra por delitos de corrupción, decretó toque de queda a nivel nacional y la reorganización del sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y hasta del Tribunal Constitucional.
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Reacciones ante el Golpe de Estado
Seamos claros, lo que ocurrió en el Perú este 7 de diciembre fue un Golpe de Estado, perpetrado por un ignorante que se disparó a los pies, cuando las acusaciones por corrupción lo cercaban no sólo a él sino a todo su entorno familiar.
Las primeras reacciones vinieron de los Ministros del dictador Pedro Castillo. Los ministros peruanos de Economía, Relaciones Exteriores y Trabajo –Kurt Burneo, César Landa y Alejandro Salas, respectivamente- anunciaron su renuncia a través de sus cuentas de Twitter.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional emitieron una declaración conjunta donde rechazaron el Golpe y pidieron a la población mantener la calma.
Una hora después de emitir su mensaje a la Nación, y al ver que no tenía los apoyos necesarios para mantenerse en el poder por la fuerza, el dictador Pedro Castillo, intentó huir del Palacio de Gobierno junto a sus familiares en dirección a la Embajada de México para solicitar asilo político, pero fue interceptado por fuerzas policiales, las cuales detuvieron su auto, le dieron a él y a los que lo acompañaban que salieran con las manos en alto, advirtiéndoles que tenían órdenes de disparar si no obedecían.
El cuerpo policial especializado condujo al dictador Pedro Castillo hacia la unidad más cercana, para instruirlo de cargos y ponerlo a disposición de la justicia.
Por su parte Francisco Morales, Presidente del Tribunal Constitucional del Perú, catalogó de golpe de Estado la disolución del Congreso Nacional por parte del dictador Pedro Castillo. Misma postura que sostuvo la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte, quien acusó al mandatario de quebrar el orden constitucional.
Pero la reacción más importante vino del Congreso, quien se reunió de emergencia y puso a votación la vacancia presidencia por permanente incapacidad moral. La Constitución Peruana en su artículo 113, numeral 2 establece que la Presidencia de la República vaca por su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso.
Con 101 votos a favor y solo 8 en contra se aprobó la destitución de Pedro Castillo.
Horas después tomó juramento como nueva Presidenta del Perú, Dina Boluarte, con un mensaje conciliador, pidiendo la colaboración de todas las fuerzas políticas para poder terminar el mandato presidencial en julio del año 2026.
Pero, por qué el Perú llegó a tener al dictador Pedro Castillo
Los peruanos llegaron a esta desgracia llamada Pedro Castillo, por votar guiados por el odio hacia los Fujimori, y permitir un fraude electoral que le dio la victoria al chotano, por una diferencia muy estrecha.
Era Keiko Fujimori, la que debió haber ocupado la más alta Magistratura del país, pero el odio de sectores de la izquierda caviar impidieron su triunfo. Prefirieron optar por un desconocido, un individuo ignorante pero lleno de ambición que vio en el Estado un botín para servirse de él y ser la cabeza de la mayor organización criminal que ha conocido el Perú.
Lo mejor de esta jornada es que la democracia se impuso y los diferentes actores políticos actuaron con rapidez y el Perú pudo contar con unas Fuerzas Armadas que no se apartaron de la Constitución sino que fueron en su auxilio, al igual que pusieron el pecho contra los terroristas de Sendero Luminoso, décadas atrás.
Si algo hay que reconocerle al Perú es que, a diferencia de Chile, tiene a todos sus ex presidentes presos, al menos a todos los que han cometido delitos o infracciones a la Constitución.
Acá en Chile se convive con los torturadores, violadores de Derechos Humanos y con Presidentes como Sebastián Piñera que declararon, en cadena nacional, la guerra a su propio pueblo.
Aprendamos.
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